Monday, June 11, 2018

Marcelo Guajardo; de La riqueza de las naciones. Inédito. 2018



La apertura de nuevos mercados.

El arte de la negociación es un talento escaso
Volver a las palabras adecuadas para dar con aquella que
Presiona suavemente y coloca una piedra imperceptible
En el torrente para llevar agua a tú molino.
El interlocutor cae sin  notarlo en incongruencias
Que lo llevarán al abismo de la desaparición. El negociador
hábil sabe en qué momento atacar y conseguir.
Usa la fábula de la gacela y el león
La usa como un mantra.
Y así se abren los mercados como flores al amanecer
el bien es depositado en una urna de oro
Y llevado como un redentor hasta los confines.

La conquista de una nueva fuente de materias primas.

Y está la fuente, el recurso que corre como ríos en el alma
De la piedra o el mar. En el corazón de la montaña, en el fondo
cenagoso de aquellos ríos turgentes de la tierra. Y está el negociador
Y su palabra como quilla en el torrente. Y está la ambición
Como la mandíbula de una hiena. Como todas las mandíbulas de las hienas.
Y está el tránsito de los bienes, los antiguos y los nuevos
Por los mares y a través de los continentes, hollando praderas
Desaguado exclusas.


La creación de un nuevo monopolio
o la destrucción de uno existente

La ola disuelve en su insistencia cada roca, cada guijarro
Y regresa a su matriz donde descansa y se purifica. Un movimiento
avanza como el alma noble de los animales, la naturaleza
encuentra la forma de su destrucción y nacimiento.

Pero se nos hace invisible este ir y venir. Nuestra carne
Se queja de ira, deseo, la prematura añoranza mientras
las estaciones y las estrellas se persiguen y se desintegran.

Organizamos los anaqueles día tras día. Los numerales de alabastro
Gráficos, índices como gemas. Un viento se aproxima.
Una manada emerge del mar, los árboles caen desde sus cuencas
marejadas arrasan la tierra, gansos salvajes recorren los pedregales.

Un extenso campo de trigo se nos aparece en sueños
La brisa lo mese con suavidad
grandes y luminosas nubes avanzan tranquilamente.
Una deliciosa música se oye en la lejanía.
La flauta dulce que alguien sopla oculto en el follaje.



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